El escritor vasco Bernardo Atxaga, conocido sobre todo por el éxito internacional de su emblemática obra Obabakoak (1988), inició su andadura literaria en la década de 1970 con la publicación de textos de corte experimental y vanguardista. La obra de teatro Borobila eta puntua (1972), la novela Ziutateaz (1976), las revistas Ustela (1975-76) y Pott (1978-80) y el poemario Etiopia (1978) constituyen el denominado «ciclo vanguardista» de su trayectoria. En este artículo se realiza un breve recorrido por el devenir sociocultural experimentado en el País Vasco durante el tardofranquismo y los primeros años de la Transición española, para luego adentrarse en las características de los textos mencionados de Atxaga: la fuerte influencia del ambiente literario hiperpolitizado de la época en su opera prima; la evolución de una actitud rupturista frente al auge de la literatura «comprometida» en pro de la defensa de la lengua vasca y motivada por intereses ideológicos; la reivindicación de la autonomía de la literatura y el vanguardismo como una forma de conectarse con los movimientos literarios de Europa; una renovación estética materializada en el lenguaje literario y en la concepción misma de la literatura y de la tradición literaria; y las reflexiones sobre el concepto de «literatura nacional» y la opción lingüística del escritor vasco.